La
heterogeneidad es la característica fundamental de la biomasa, y es
precisamente esta heterogeneidad la que obliga a considerar varios aspectos a
la hora de valorar las distintas biomasas para su uso como combustible:
El poder calorífico está relacionado directamente con el contenido de
humedad del combustible. Un elevado porcentaje de humedad reduce la eficiencia
de la combustión debido a que una gran parte del calor liberado se usa para
evaporar el agua. Por ello, es necesario conocer del biocombustible su
verdadero poder calorífico, aquel que hace referencia a la energía realmente
aprovechable una vez evaporada el agua producida en la combustión.
Aquellas biomasas con alta
densidad favorecen la relación de energía por unidad de volumen, requiriéndose
equipos de calefacción de menor tamaño y aumentando el tiempo entre
reposiciones de combustible. Del mismo modo, las biomasas con baja densidad
requieren un mayor espacio de almacenamiento y transporte y además pueden
presentar problemas en la alimentación de la caldera, lo cual complica el
proceso de combustión y eleva los gastos del proceso.
Para la mayoría de los procesos es imprescindible que la biomasa tenga un
contenido de humedad inferior al 30%. Muchas veces, la materia prima para
elaborar los biocombustibles sólidos llega a la planta de producción con un
contenido de humedad muy superior, lo que obliga a realizar operaciones de
secado antes de poder ser utilizado. El exceso de humedad en los biocombustibles
sólidos conlleva:
- Gran cantidad de elementos volátiles, que ofrecen una pérdida en la eficiencia energética.
- Un bajo poder calorífico, que pondría en entredicho las expectativas en relación a la sustitución de otros combustibles.
- Cenizas en grandes cantidades que pueden ocasionar problemas de limpieza en los equipos.
- Problemas en el funcionamiento de las calderas, afectando a su durabilidad.
- Necesidad de un lugar de almacenamiento de combustible mayor.
A mayor porcentaje de cenizas,
menores rendimientos energéticos y mayores problemas de mantenimiento y
limpieza.
Actualmente, existe una norma europea "Biocombustibles sólidos: Especificaciones y clases de combustibles" que regula estos y otros aspectos. La existencia de una normativa sobre biocombustibles es básica para:
- Garantizar una calidad común en todo el país o región, sistemas de almacenamiento, transporte y combustión.
- Definir los indicadores de calidad y los valores límite.
- Conferir seguridad legal a los agentes implicados.
- Informar al consumidor de las distintas calidades del producto.
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