Desde que existen en el mercado productos "bio" y "eco" nos hemos familiarizado de tal modo con estos prefijos que inmediatamtente relacionamos cualquier cosa que los contenga con biológico, ecológico y saludable y, por tanto, bueno. Las estrategias de marketing han puesto de moda lo "bio" y lo "eco" y su verdadero sentido se ha perdido. La prueba la tenemos en que esos mismos productos ecológicos y biológicos también son de "usar y tirar" y continuamos generando toneladas de basura, seguimos utilizando diariamente productos altamente contaminantes y perjudiciales para la salud pero que nos hacen la vida más fácil y seguimos usando indiscriminadamente recursos energéticos que agotan el planeta y emiten gases de efecto invernadero. Todos estos abusos nos hacen replantearnos nuestro futuro y el de nuestro planeta. Afortunadamente, cada vez son más las iniciativas verdaderamente ecológicas y respetuosas con el medio ambiente sin tener que renunciar a las comodidades del mundo moderno.
Concretamente, en lo que se refiere al campo energético, además del deseo de preservar el medio ambiente, también la subida de precios de los combustibles convencionales y las necesidades de autosuficiencia energética hacen patente la necesidad de recurrir al uso de energías renovables. De entre ellas, vamos a centrarnos en la que ha acompañado al hombre desde el descubrimiento del fuego, suministrándole energía para calentarse, para alimentarse y para iluminar sus pasos: la biomasa.
La Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR), utiliza la definición de la Especificación Técnica Europea CEN/TS 14588 para catalogar la biomasa como " todo material de origen biológico excluyendo aquellos que han sido englobados en formaciones geológicas sufriendo un proceso de mineralización", entre estos últimos estarían el carbón, el petróleo y el gas. Por tanto, biomasa es el conjunto de materia orgánica, de origen vegetal o animal, incluyendo los materiales procedentes de su transformación natural o artificial. Así, la biomasa puede agruparse en cuatro categorías:
La biomasa como energía renovable consiste en el uso de productos obtenidos a partir de materia orgánica para producir energía.
De esta definición se desprende una amplia gama de biocombustibles, cuyas aplicaciones energéticas son diversas. La energía producida con biomasa puede utilizarse para calefacción y producción de agua caliente en el sector doméstico (viviendas unifamiliares, comunidades de vecinos, barrios o municipios enteros), calor para procesos industriales y generación de electricidad.
- Residuos forestales: Se originan en los tratamientos y aprovechamientos de las masas vegetales tanto para la defensa y mejora de éstas como para la obtención de materias primas para el sector forestal (maderas, resinas)
- Residuos agrícolas: Su principal fuente de suministro lo constituyen las podas de olivos, viñedos y árboles frutales, así como los que se obtienen durante la cosecha de algunos cultivos como los de cereales (paja) o maíz (cañote)
- Residuos de industrias forestales y agrícolas: Las astillas, las cortezas o el serrín de las industrias de primera y segunda transformación de la madera y los huesos, cáscaras y otros residuos de la industria agroalimentaria (aceite de oliva, conservera, frutos secos...)
- Cultivos energéticos: Son cultivos de especies vegetales destinados específicamente a la producción de biomasa (cardo, sorgo y colza etíope)
La biomasa como energía renovable consiste en el uso de productos obtenidos a partir de materia orgánica para producir energía.
De esta definición se desprende una amplia gama de biocombustibles, cuyas aplicaciones energéticas son diversas. La energía producida con biomasa puede utilizarse para calefacción y producción de agua caliente en el sector doméstico (viviendas unifamiliares, comunidades de vecinos, barrios o municipios enteros), calor para procesos industriales y generación de electricidad.
La biomasa no es una moda, no es marketing, no es pasajera, hemos dependido de ella durante miles de años y aún hoy seguimos utilizándola para satisfacer nuestras necesidades básicas de calor, agua caliente y alimento. El hacer de nuestro planeta un lugar más agradable para vivir depende de multitud de factores y todos ellos están en nuestras manos. Apostar por las energías renovables sin emisiones de CO2 a la atmósfera es actuar hoy para asegurar el futuro de nuestros hijos y nietos. Apostar por la biomasa es un granito de arena para hacer un mundo mejor.
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